Un paso atrás

La idiosincrasia de los pueblos latinos en general, y la del chileno en particular, es difícil de describir. Más aún en términos cívicos. Porque a pesar de que la actual presidenta, Michelle Bachelet, cuenta con una imagen positiva en el tramo final de su mandato, esto no alcanzó para que su candidato pudiera sucederla en el cargo. Es que el oficialista Eduardo Frei, perdió en la segunda vuelta de las votaciones del país trasandino con el 48,12 por ciento de los sufragios ante el postulante derechista --y principal accionista de la línea aérea LAN--, Sebastian Piñera, que con el 51,87 por ciento de los votos se convirtió desde ayer en el nuevo jefe de estado electo de Chile.

--La foto del paso atrás: Los votantes de Piñera, festejando con un busto de Pinochet--

La derecha, que tan mal nos hizo en los 90 en toda la región, vuelve para alegrar a los inversionistas globales. Porque no cabe duda  que este nuevo jefe de estado dará vía libre al modelo liberal, sin presencia relevante del estado en términos económicos. Cosa que favorece a los negociados turbios y empobrece a los trabajadores.

Parece ser que los habitantes del sur del mundo no entendemos más cómo se construye una nación de verdad. ¿No aprendemos de la historia? ¿La memoria donde quedó? ¿Hasta cuando seremos nuestros propios verdugos? ¿Por qué creemos en las palabras de los multimillonarios que se colman los bolsillos explotando a la gente y se llenan la boca hablando de la pobreza? ¿Es que todo lo bueno, hecho hasta ahora, en nuestras tierras volverá para atrás o es solo un tropezón y no una caída?  

Por Velche.