lunes, 18 de enero de 2010

Llegó el verano



Llegó el verano y con él las vacaciones. Las playa se inundan de cuerpos flácidos y algún que otro trabajado. Son de aquellas personas que con mucha constancia fueron al gimnasio durante el año y se mataron para lucirse de cara al sol. Jóvenes, niños, adultos y ancianos conviven en las arenas calientes, que al terminar la temporada quedaran vacías y sucias como nunca se las vio. Porque los habitantes fugaces gustan mucho de arrojar cualquier envoltorio de productos que consumen durante sus largas jornadas de playa, siempre y cuando la luz solar se predisponga a salir.

Es así, a los veraneantes les encanta disfrutar del mar con todo lo que eso implica, pero no respetan la limpieza pública. Y la verdad es que no cuesta nada llevar una pequeña bolas para depositar los residuos y luego arrojarlos al tacho de basura. De esa manera, al otro día, las costas lucirían mejor. No tendríamos que dar tantas vueltas para encontrar un buen lugar donde echar nuestros cansados huesos, del traqueteo que le damos durante los 365 días que hacen a un año, para pasar una linda jornada de rock y alcohol, mates y churros (según los gustos).

Esta queja la escuche varias veces en las playas. Por parte de los mayores se les echa la culpa a los pibes. Pero no me digan que jamás vieron a una señora entrada en años tirar el papel de las galletas o los churros que consume sin que le importe demasiado el colesterol.

Es así, viviremos quejándonos de cosas como estas pero nunca haremos nada por mejorar. Los argentos somos como somos, con nuestros defectos y virtudes.

En fin, a disfrutar del verano sin importar en qué lugar nos toque pasarlo.    


Por Velche.

Seja o primeiro a comentar

Publicar un comentario

Más voces desde el sur del mundo © 2008. Template by Dicas Blogger.

TOPO