Imaginémoslo desde nuestro lado:
Los argentinos sufrimos la quita de una parte de nuestro territorio (Islas Malvinas) hace mucho tiempo. En una época existió en nuestro país un “gobierno” nefasto que quiso salvar su imagen haciendo una guerra “para recuperarla”, pero estaba perdida desde el vamos. Teníamos que enfrentar nada más y nada menos que a una de las mayores potencias bélicas del mundo (Inglaterra).
El “gobierno” que administraba en ese momento (1982) nuestra nación, y que venia sucediéndose desde (1976), fue impuesto por las políticas yanquis. Por ende era “socio” de aquel país del norte. Pero mediante el conflicto sucedió algo que los politiqueros de estas tierras no esperaban. Estados Unidos apoyó a su “amigo europeo” de siempre. De esta manera los argentinos debíamos luchar contra los más grandes conquistadores de la historia contemporánea. Vaya paradoja esta, una dictadura que respondía a la nación del norte luego se tuvo que enfrentar a ella, auque sea indirectamente.
Más tarde entendimos que era y es imposible recuperar las Islas. Ahora bien, qué pasaría si Inglaterra, no conforme con eso, decide tomar Tierra del Fuego, por ejemplo. Seguramente los argentinos reaccionaríamos (o no) y luego de un tiempo los ingleses nos devuelven esa provincia, gracias a la presión internacional. Pero con algunas condiciones que ellos impongan, como por ejemplo cercar todas las entradas y salidas de ese territorio y crear un muro más grande que el de Berlín para vigilar esa porción de tierra argentina. Nosotros no estaríamos muy contentos y probablemente se crearía una fuerza, surgida del pueblo, para defender nuestra soberanía. Seguramente a ese grupo nacional, en el mundo, se lo llamaría extremista. ¿Quiénes serían, en verdad, los terroristas ellos o nosotros?
Los palestinos sufren esa situación desde antaño. Desde este punto de vista Israel es un estado ficticio creado por la ONU, con lobby previo de los Estados Unidos. Ellos tomaron la Franja de Gaza y luego la devolvieron. Pero antes se aseguraron de controlarla por varios frentes. Lo cual es lo mismo que poseerla.
Los verdaderos soberanos de ese territorio aceptaron que no podían recuperarlo; ya que a Israel lo apoyan muchos países europeos, junto con Estados Unidos.
Este tema es para analizar con profundidad, pero con lo que se logra ver, muy por arriba, es que este conflicto nunca acabará mientras Israel quiera seguir tomando tierra que no le pertenecen.
También hay que tener en cuenta que de ambos lados existe fanatismo y que a muchos esta guerra, de nunca finalizar, le conviene.
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