jueves, 11 de febrero de 2010

El factor más importante (*)



La final del mundial de rugby de 1995 que ganó Sudáfrica, en su territorio, no sólo fue un logro deportivo, sino que también marcó el triunfo de toda una nación al derribar definitivamente los prejuicios y hostilidades que había impuesto la dictadura del Apartheid.  El mérito fue del entonces presidente electo, Nelson Mandela, que vio la posibilidad de utilizar políticamente ese evento para demostrarle a la población blanca, que aún dudaba de su promesa de que jamás tomaría represalias contra ellos por más que los sudafricanos negro hayan sido maltratada cuando los blancos comandaban ese país. Mandela convenció a la cúpula mayor del Congreso Nacional Africano (CNA) de que al apoyar a los Spingboks lograrían demostrar que ellos sólo pretendían la paz y ya no la lucha armada contra sus compatriotas blancos. Cuando por fin lo entendieron, la empresa más difícil fue persuadir a la población civil negra. Es que la selección sudafricana de rugby siempre fue el símbolo de los blancos que apoyaban al Apartheid y la discriminación contra su etnia. Fue entonces que el presidente comenzó a ganarse la confianza de los jugadores Boks y a relacionarse con sus mayores figuras y a explicarles que su propósito era unificar a Sudáfrica de una vez por todas y de que nada sería mejor para eso que todos (negros y blancos) alentaran a su selección bajo el lema “Un equipo, un país”.

En torno a ese hecho puntual, el periodista y escritor ingles John Carlin, ilustra la fatídica historia que sufrió Sudáfrica. Recorre los años de cautiverio que soportó Nelson Mandela (1963-1990)  y describe, gracias al relato de diferentes actores de la escena sudafricana de ese entonces, el poder innato de ese líder del CNA para seducir a sus enemigos. Mandela se había dado cuenta que interiorizándose en la historia, costumbres, pasiones y hábitos de sus adversos, los Afrikaners, lograría muchas más cosas que impulsando la lucha violenta. Finalmente el autor rememora lo que pasó el día de la final en donde luego de un partido, que se parecía más a una guerra de trincheras que a un encuentro deportivo, los Spingboks se alzaron con la copa y todos entendieron el mensaje de Mandela. Finalmente los blancos y negros de Sudáfrica festejaron y se abrazaron para el asombro de ellos mismos. El factor humano al que se refiere el autor es la capacidad del líder negro de realizar una revolución a la inversa, no corriendo al opresor sino que incorporándolo a sus propuestas políticas y es así que triunfó la unión de razas en Sudáfrica.

Un libro definitivamente deslumbrante que ayuda al lector a introducirse en la historia sudafricana. Y lo hace por medio de las voces de los que en ese tiempo ocupaban cargos relevantes como los guarda espaldas de Mandela, su guardia cárceles, el presidente Botha con quien se comenzó a  negociar, el capitán del equipo Boks (Francois Pienaar) y demás personalidades. Que ayudan  a entender por lo qué pasó esa nación africana.





*Reseña de "El factor Humano", de John Carlin.
Por Guillermo Lezcano

jueves, 4 de febrero de 2010

Lo que el viento se llevó





Todo fue distinto
No comíamos, ni jugaban
El barro hacia de cama
La escuela, una historia romántica

Por la fuerza, la sangre y la firmeza
logramos ser nuestros dueños
Si el viento se los llevó...
fue porque soplamos todos juntos



Por peperino.-

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