miércoles, 6 de enero de 2010

¿Hijos?

En noviembre del año pasado (2009) la Cámara de Senadores convirtió en ley el proyecto impulsado por las Abuelas de Plaza de Mayo (Ley de ADN) que a grandes rasgos, establece que la justicia puede ordenar la toma de elementos que contengan muestras del cuerpo de todas aquellas personas que sean sospechadas de haber sido apropiadas durante la dictadura militar. Es decir que, mediante allanamientos, un juez puede ordenar que se retire de un domicilio: cepillo de dientes, sabanas usadas en los últimos días, pelos y demás elementos pertenecientes a los individuos sujetos a investigación, para ser estudiados y cruzar los resultados con los de las familias que buscan a sus seres queridos. Esto procura según Estela de Carlotto, presidenta de abuelas, “que la muestra de ADN se obtenga por métodos no invasivos” para que los posibles familiares no sean sometidos al acto de extracción de sangre ya que es “algo violento”, afirmó. 

Desde ese día, y anteriormente también, se instaló el debate sobre si esa medida está mal o bien. ¿Quién puede pensar que eso es malo? Mucha gente. Sobre todo aquellas que tienen algo que esconder y mucho por perder. Los medios del “gran multimedios” no dejan de sacar al aire a legisladores, politiqueros, y gente desagradable (por lo menos para mi) que lo único que hace es tratar de defender lo indefendible, que es el caso de los hijos de Ernestina Herrera de Noble, presidenta y dueña del grupo Clarín.
Me pregunto: ¿si esa mujer no tiene nada que perder por qué se opone tanto a esta medida? Una persona honesta que es sospechada de algo, se somete a cualquier tipo de juicio por el sólo hecho de salvaguardar su nombre ¿o no?

“Hay que respetar la decisión de los chicos de no querer saber su origen”, es una de las tantas frases que se oyen de la boca de los que se oponen a esto.

Es probable que Felipe y Marcela Noble no tengan ganas de saber su origen y de perder su fortuna en caso de ser hijos de personas con ideales.  Por otro lado tendrían que saber que nadie los obligaría a separarse de su ¿familia adoptiva?

No sé  si finalmente serán chicos apropiados en la dictadura. Pero sí  creo que por más que a un niño se lo arrope con prendas hechas de hilos de oro, se los empobrece negándole su identidad que es el mayor tesoro que alguien puede pretender.

Por Velche

2 Comentários:

Sergio dijo...

Es tan respetable el (supuesto) derecho de los "hijos de Noble" de no conocer su origen como el de las Abuelas de corroborar si son o no hijos de desaparecidos ¡Qué dicotomía! Me pregunto qué tan dañados están internamente esos jóvenes treintañeros como para no tener curiosidad sobre su identidad, su origen, su Ser ¿No se darán cuenta que están negando una parte de ellos, de su pasado? Mientras tanto, camianan por el mundo no-Siendo. No Son.

Abrazo, Guille.

Anonymous dijo...

Son mierda.

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