lunes, 7 de abril de 2008

Miradas I

18 a 23 - (por Er)

Solemos sentir grandes rasgos de violencia cotidianamente en las calles. De por si, el hambre y por supuesto el todavía amplio nivel de desempleo, caldean constantemente una realidad que azota no solo físicamente al hombre.
No conforme a esta normativa, nuestra inteligibilidad suele percibir grandes resquebrajamientos, cuando la estupidez como mero reflejo de la ignorancia, provoca numerosos hechos de discriminación, que atacan directamente la cabeza y que se tergiversan a una agresión física. Así, un simple indicativo gráfico, que enuncia: “se necesita playera de 18 a 23 años”, ubicado en una casi desolada gasolinera, es el ejemplo de cómo un trabajo, que pide una cualidad promiscua por parte del empleado, esta delimitando, excluyendo y discriminado a un determinado sector, que podría desenvolverse con mas que eficacia y solvencia.
Dado es esto, por un sistema cuya raíz se basa en la estratificación, división, y el desecho humano explicito por la insatisfecha oferta de la mano de obra.

Así a medida que este modelo avance, será cada vez más difícil cumplir con las exigencias discriminatorias, que definen lo útil o inútil marcando y definido lo que tiene aptitud o ineptitud.
por Er.-

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