domingo, 30 de marzo de 2008

MC Salud

Hacia cinco minutos que prácticamente recorría el lugar. Hasta el momento todo se registraba como algo normal, nada sobresalía fuera de mi entendimiento y no se producían incertidumbres en mí. Entonces fue ahí, en plena calma que empecé a notar algunos detalles. Primero todos pasábamos por un mostrador esperando el turno para la consulta; precisamente tomando la elección de que íbamos a consumir hoy, ¿serán papas?, ¿serán acompañadas de una gaseosa?, ¿y que será grande o chica? ¡Claro había estado días esperando este momento, nada lo podía arruinar!
Luego de pasar este momento donde felizmente realizo mi elección, me da una gran curiosidad el uniforme que presenta los empleados que se encuentran tras el mostrador y su complementariedad con el lugar. Aunque rápidamente logro darme cuenta que no era nada que interviniera en este momento y de que solo era una cuestión de moda y presencia. Detalle que generalmente suelen cuidar las empresas privadas en forma minuciosa. ¡Y hasta exagerada!
Otro punto fundamental de mi reflexión, antes los parámetros que yo venia considerando como algo normal en este campo, fue el acceso reducido a este recurso. Es decir cualquiera no podía acceder a tal bien, sino que para su acceso se debía contar con una cierta disposición de recursos monetarios. Por lo tanto, su entrada y salida, estaba limitada a un cierto sector de la sociedad.
Aunque lo que más termina llamando de mí la atención, era la gran cantidad de gente que entraba, pagaba y salía con su aperitivo por decirlo de alguna manera. Claro eran unos tras otros, constantemente y continuamente durante todo el período de atención.
Este es el momento fundamental donde todo de lo que venía siendo casi normal para mí, empezó a dejar de tener sentido.
Porque siguiendo este relato empecé a darme cuenta, que lo que yo estaba describiendo era muy parecido a un McDonald o local de comida rápida. Pero por más controvertido que parezca, mi presencia no se ubicaba ahí, sino en un consultorio médico privado o más precisamente clínica de ojos.
Por un momento pensé que mi corta visión era la causante de mi confusión. Pero lejos de eso comprendí que me encontraba atrapado en un sistema, donde la salud y la medicina son un negocio. Y por supuesto de grandes ganancias. Donde empresas y empresarios, tratan de explotar al máximo sus ganancias, poniendo en juego la vida de las personas.
Y que no solo el funcionamiento burocrático tenía esa fría característica. Sino que también y generalmente el acento se nota en la misma recepción que se le hace al paciente. Siendo éste víctima de un manoseo capitalista, que más que encender la revuelta, termina avasallando y desmoralizando cualquier pensamiento de insubordinación. Haciendo prácticamente imposible el escape del sistema.
por Er.-

1 Comentário:

Anonymous dijo...

Weno, es raro pero esta vez no encuentro grandes puntos en que este en desacuerdo con vos, asi que solo queria pasar para decirte que esta muy bueno lo que hacen y que en cuanto expongas argumentos con los cuales no coincida, sabe que entrare para expresar mi opinion. Te mando un beso Racinguista!

Lu!

Publicar un comentario

Más voces desde el sur del mundo © 2008. Template by Dicas Blogger.

TOPO