¿QUÉ MÁS?

Se cumplió un año del conflicto que desató la resolución 125 y cuando creíamos que todo se podía remediar, mediante el dialogo, parece que al sector agropecuario nada le alcanza, ya que luego del último encuentro que mantuvieron con el Gobierno en el ministerio de producción, en donde se acordaron varios puntos, le pidieron a las bases que concurran a las rutas el día de la próxima reunión; porque para la mesa de enlace “no son suficientes los resultados obtenidos”, aseguró el titular de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi.

Sin embargo los representantes del agro se habían ido optimistas de las primeras reuniones, por el acuerdo firmado, que entre otras cosas incluyen subsidios de 10 centavos por litro de leche, eliminación a todas las exportaciones de lácteos, subsidios de hasta 11.000 pesos para aquellos perjudicados por la sequía, elevación al congreso de un proyecto de ley de carnes y un redireccionamiento de los fondos previstos en la ley algodonera para ser utilizados en ayuda por la sequía.

Pero es evidente que más allá de todo eso y de pretender una importante rebaja en las retenciones a la soja, lo que el sector agrario busca es un cambio político y económico; “hay que mirar bien lo que se siembra para la próxima cosecha”, dijo el representante de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Mario Llambías, en el último acto del campo, en clara alusión a las próximas elecciones; pero lo que no se menciono allí es que si “hoy se estaría aplicando las retenciones móviles de la 125, los pequeños y medianos productores se verían mucho más beneficiados al pagar alícuotas inferiores a las actuales”.

“No es con palos como se arregla un país, sino con trabajo y responsabilidad”, afirmó la presidenta Cristina Fernández en Olivos al referirse a las declaraciones de los dirigentes rurales; es que el Estado no puede darse el lujo de “resignar 15.800 millones de pesos destinados a los docentes y jubilados”; pero más allá de lo que el Gobierno pueda ceder en esta contienda es muy probable que no se llegue a buen puerto hasta dentro de mucho tiempo, es decir hasta que no se dejen de lado los intereses individuales de los sectores más ricos y se logre pensar colectivamente para una mejor distribución del ingreso.

- POR VELCHE