martes, 24 de marzo de 2009

MEMORIA ACTIVA

Se cumplen 33 años de la peor dictadura militar que sufrió nuestro gran país. Es un día para recordar y no para festejar, que no se mal entienda. Es para que todos tomemos conciencia y la historia no nos permita equivocarnos otra vez. Para que tengamos cada vez más una mayor participación en la vida política, con el fin de forjar un mejor día de mañana, con responsabilidad social y soberana en todos los aspectos; para que el pasado de los años 70 no vuelva “NUNCA MÀS”.

Luego de la muerte del general Juan Domingo Perón en 1974, el poder político de la nación quedo en manos de inexpertos gubernativos inoperantes, con ideas equivocas que sumergieron a la patria a una debacle total. Entre ellos estaban la viuda del general, Isabel Martínez, López Regga, Celestino Rodrigo, entre otros.

En esa época existía un descontento social muy grande, sumado a la crisis económica que se reflejaba en la creciente inflación y desocupación. Una crisis institucional y política por falta de representatividad. Y la actuación de grupos armados como Montoneros y el Ejercito Revolucionario del Pueblo (ERP), que a la gente no comprometida no le gustaba. Pero esas organizaciones buscaban un cambio de rumbo para el país y evitar la toma del poder por parte de los militares, ya que en esos tiempos los rumores de un golpe de estado se oían con mayor frecuencia.

Lamentablemente en la madrugada del 24 de marzo de 1976 ese rumor se hizo realidad. Claro que para que suceda eso existió un consenso social en el cual participó la cúpula mayor de la iglesia católica, algunos partidos políticos, asociaciones empresarias, medios de comunicación y una gran parte de la sociedad argentina.

El comienzo del llamado Proceso de Reorganización Nacional (PRN) tuvo como meta principal la restructuración del cuerpo social del estado. En este golpe institucional participaron las tres fuerzas armadas de nuestro país, con el fin de realizar un reparto del poder y evitar de esa manera la personalización del mismo. La junta militar estuvo formada por: Jorge Rafael Videla (general del ejército), Orlando Agosti (brigadier de la fuerza aérea) y Emilio Massera (almirante de marina).

Estos llevaron a cabo un plan que disolvió a todos los partidos políticos, como también la actividad gremial, suprimieron la libertad pública, impusieron el estado de sitio y eliminaron las cámaras legislativas entre otras aberraciones. Al frente de las políticas económicas estaba Martínez de Hoz; que impulsó el neoliberalismo, sumergiendo a la Argentina a una inconmensurable entrega a los poderes económicos multinacionales convenientes a las políticas yanquis, que son los que aplicaron las dictaduras en toda Latinoamérica. Y eso todavía hoy nos trae muchísimos problemas.

Llevaron a delante la lucha contra la “subversión” y con esa excusa secuestraron, torturaron, mataron a más de 30.000 personas. También se apropiaron de los hijos de los desaparecidos que hoy son buscados por las abuelas.

Cuando ya la mentira se le venia abajo, Galtieri le declaró la guerra a una de las mayor potencia bélicas del mundo (Inglaterra). Mandó a la muerte a chicos de 18 años que no sabían ni disparar; no tenían pertrechos adecuados para ese terreno patagónico. Muchos declararon con el tiempo que les daban zapatillas de lona en vez de borceguíes de cuero y que pasaban hambre. Los cobardes generales los castigaban sin razón alguna, sólo por pedir mejoras mínimas en su estadía.

Por suerte a esos cobardes que tomaban whisky y manejaban la opinión pública mediante propagandas manipuladas y mentirosas, no les resulto el plan y se tuvieron que despedir del poder.

-por velche-

1 Comentário:

Anonymous dijo...

sí, se tuvieron que ir...pero a 33 años, quedan vestigios...
el país se tambalea constantemente y ellos lloran cada vez que recuerdan a sus ex compañeros y les duele ser parte de los que sobrevivieron porque para ellos eso significa que otro no los mandó al frente...

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